P R O Y E C T O F I N A L



CIUDADES CREATIVAS
Mi trabajo final se ha centrado principalmente en un pequeño grupo de nuestra sociedad, uno de como tantos no son tenidos en cuenta frecuentemente. Los invidentes. Las numerosas personas que se ven afectadas por minusvalía visual se ven privadas de  percibir el color, por lo que se tiene que guiar por el tacto, el cual desarrollan notablemente. Por ello, la idea de mi trabajo fue principalmente la realización de láminas táctiles, añadiendo relieves y texturas que pudiesen imitar distintas técnicas pictóricas, pues las personas que ven son capaces de reconocer los conceptos de pinceladas sueltas, puntillismo, al ver la obra en un museo o incluso a través de una fotografía del cuadro, pero una persona que no ve no puede ir a tocar para comprobar de qué se trata.
Mi referencia principal de a dónde he enfocado este trabajo fue el Museo del Prado, con dieciséis años conseguí un pequeño curso guiado por el proyecto de 4º + empresas que un buen profesor de mi instituto me consiguió, allí realizamos actividades y vimos charlas durante tres días, uno de esos tres días nos explicaron de qué se trata el arte accesible y nos mostraron un proyecto de varios muchos cuadros codificados y traducidos al braille, algo qué me fascino porque desconocía, me pareció muy bonito el hecho de pensar en ellos algo que sin duda deberíamos hacer más, por esto me guie y debido a la dificultad y falta de fuentes a cerca de ello, pensé en simplemente intentar transmitir distintas técnicas pictóricas pero sobre todo que por un momento pensemos en ellos y empaticemos.
Basándome en la temática principal del proyecto, ciudades creativas elegí cuadros que representasen, además de una ciudad, el ambiente, de ellas. Elegí cuadros de finales del siglo XIX principios del XX, momento donde se dan los nuevos ismos y con ello una gran variedad de técnicas pictóricas nuevas, La terraza de café por la noche o terrasse du café le soir de Van Gogh, obra postimpresionista donde vemos una bohemia e iluminada noche en la ciudad francesa de Arlés. También elegí El puente de Waterloo, donde vemos la ciudad de Waterloo a lo lejos a la vez que vemos parte del parlamento y otras fábricas de la época realizada por Andres Derain con fauvismo unido a una composición puntillista.
Aunque carecían de un código, lo que en un futuro pondré en marcha, estaban construidas de forma que el intérprete de estas obras podría deducir la lejanía o la proxemia en los distintos elementos del cuadro, a modo de relieve. También mi intención fue el hacer entendible el concepto de “pincelada pastosa” o “puntillismo”, ya que ninguna persona puede llegar al museo Thyssen Bornemisza a tocarlo para saber en qué consisten estas técnicas por ello me esforcé bastante en conseguir texturas que pudieran simular una pincelada rápida y pastosa o pequeños puntos que formasen el cuadro, en resumen, el objetivo de este trabajo fue que las personas empaticen con ello, que se dejen guiar por sus manos y su intuición poniéndose un antifaz y palpando cada lámina sutil y pacientemente e intenten imaginar de que obra se trata si conocen mínimamente la historia del arte del siglo pasado  o simplemente deducir de qué se trata.
El procedimiento fue el siguiente: En contrachapados de madera de tamaño din A3 hice una fina plancha de pasta de modelar, y la adherí a estos con acetato de polivinilo. Utilicé pasta de modelar para los elementos mas grandes, que amasada hasta que fuese muy fina fui recortando hasta conseguir las formas queridas, una vez esto fue conseguido, lo iba pegando a la plancha inicial. Esto fue más complicado pues tuve que identificar los elementos más lejanos para hacer la capa mas fina, luego ir ensanchándola hasta los objetos más cercanos.

Por ejemplo, en el cuadro de la terraza de café por la noche de Van Gogh los elementos de mayor grosor fueron el pilar, el árbol y los adoquines del suelo, un poco menos grueso el toldo, las ventanas de la parte superior, un poco más fino aún las mesas y los personajes…. y lo más lejano y fino los edificios del fondo. Para las estrellas utilicé pasta de modelar en forma de bolitas, pegándolo con sumo cuidado al cielo, también la utilicé para algunos detalles, pero más fina o con aquaplast, a veces para que quedase un aspecto más rugoso lo mezclaba con yeso, como por ejemplo las baldosas.
Para las texturas, me compré palitos de modelar con efectos de rayas, triángulos, y varias formas que aplicándose con el aquaplast imitaba la textura que quería dar a conocer. Luego con una jeringuilla hice una mezcla de aquellas, yeso para que cogiese mayor solidez cuando se secase y el color que quería, y fui cuidadosamente haciendo los detalles con ella.
Para el cuadro del puente de Waterloo utilicé pasta de modelar de forma más gruesa en los barcos que parecen más cercanos, un poco menos gruesa para el puente principal y adherí la pasta más fina en los edificios que se ven por detrás del puente así como los árboles, o barcas. Para simular el efecto de puntillismo utilicé una manga pastelera con un orificio muy pequeño en su interior puse aquaplast, yeso y el color en pintura acrílica que deseaba, esta mezcla la removí hasta conseguir una pasta heterogénea y fui haciendo pequeños pegotes de pintura que se quedasen de forma sólida de algún modo exagerando el efecto puntillista producido solamente con la pintura.
Una vez se secaron los dos cuadros y conseguí la textura deseada fui pintando las partes que me quedaban sin dar color con pintura acrílica.

En resumidas cuentas, con este proyecto que por un momentos pensemos en las personas con visibilidad reducida, o invidentes y concienciar a la vez de que sepamos valorar lo que tenemos, el poder ver y reconocer los colores. Además de poner en conocimiento de los demás otro campo en el mundo del arte que podemos explorar en un futuro.


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